Ambar recibe aporte de la Embajada del Japón

De Centro de Informacion Ideas

Rehabilitación del centro y adquisición de equipos

Ambar recibe aporte de la Embajada del Japón

En la sede de la Embajada del Japón en Venezuela se celebró el acto de la firma del contrato de donación de fondos entre el Embajador del Japón en la República Bolivariana de Venezuela, Excelentísimo Señor Shuji Shimokoji, y Nury Pernia, Presidenta de la Asociación de Mujeres por el Bienestar y Asistencia Recíproca (Ambar), para el proyecto de extensión del servicio para víctimas de explotación sexual infantil y adolescente en el Distrito Metropolitano de Caracas. El monto de la donación asciende a ochenta mil con veintinueve dólares americanos (US$ 80.029) que serán utilizados para la rehabilitación del centro y adquisición de equipos.

Ambar Asociación Civil es una organización que se dedica a la prevención de la explotación sexual infantil y adulta, merecedora de una mención especial en la categoría Emprendimiento Social del Concurso Ideas 2008 por su proyecto Casa Hogar Taller Ambar, y que ha realizado varias investigaciones en Caracas sobre embarazo precoz, prostitución infantil y otros temas, junto con alcaldías y embajadas. Simultáneamente, administra un centro para prestar el servicio de protección, talleres de promoción de trabajo independiente y presentación de charlas destinadas a difundir los derechos de la población en este ámbito.

La Asistencia para Proyectos Comunitarios del Gobierno del Japón es una cooperación financiera no reembolsable destinada a instituciones locales, organizaciones no gubernamentales (ONGs), hospitales, escuelas de educación primaria, etc., con el propósito de ayudar a ejecutar proyectos de desarrollo en las áreas de cuidado de la salud básica, educación básica y alivio de la pobreza, entre otras. El Gobierno del Japón ha venido ofreciendo esta asistencia a Venezuela desde 1999 y, hasta la fecha, 33 instituciones han sido beneficiarias de esta cooperación.

Por la reinserción infantil

Ambar, iniciativa que llevan adelante las emprendedoras Nury Pernia y Gisela Guillén, tiene más de 3 años funcionando y su objetivo principal es incidir en la disminución de la prostitución infantil de niñas y adolescentes embarazadas, a través de un programa integral de educación y salud con el fin de mejorar su calidad de vida.

Dicha reincorporación en la sociedad la realizan por medio de acciones educativas integrales (cursos de destreza laboral a corto plazo, asistencia y orientación integral, reincorporación en sus hogares de origen, generación de un nuevo proyecto de vida fuera de la explotación sexual comercial infantil), que les ayuden a generar un nuevo proyecto de vida.

"Es importante destacar que nuestro proyecto tiene como motivación generar en estas niñas y adolescentes un nuevo plan de vida, a través de destrezas laborales a corto plazo donde puedan tener herramientas educativas e integrales para que logren reinsertarse dentro de la sociedad. Paralelamente ellas podrán obtener sus propios recursos sin necesidad de volver a vender su cuerpo y nosotros, como institución, podremos ampliar nuestro radio de acción a nivel nacional, con la finalidad de prevenir la explotación sexual infantil en Venezuela", explicó Pernia.

El programa también ofrece los siguientes servicios de atención a las beneficiarias: atención legal, atención psicológica, atención médica, acompañamiento social y programas de formación. De esta forma, han logrado reinsertar a más de 250 niñas y adolescentes víctimas de explotación sexual comercial en sus hogares de origen, generando en ellas un nuevo proyecto de vida fuera de la prostitución infantil.

La Casa Hogar Taller Ambar ejecuta cinco fases de intervención en el área de protección: acogida, evaluación, ejecución del plan de intervención (familia, intervención en red, atención y formación), derivación externa/ reinserción, y seguimiento.

Asimismo, pretende prestar a largo plazo un servicio de atención psicológica y legal, un programa de formación y capacitación para los niños y niñas atendidos por Ambar, y establecer un centro integral materno infantil que brinde atención a los hijos de los niños y niñas albergados en sus instalaciones, para reforzar y proteger el vínculo madre/hijo o padres/hijo, permitiendo el tratamiento integral del caso y fortaleciendo la protección del grupo que se encuentra en situación de explotación sexual.